Introducción
Cuando hablamos de evitar el warping en impresión 3D FDM, una de las soluciones más comunes es activar el borde o brim en el laminador. Ejemplo, en Bambu Studio lo encontrás en Otros/Tipo de Balsa/ y normalmente cuando lo necesitamos lo pasamos de Automático a Borde Exterior.
Sin embargo, hay un concepto que suele confundirse: muchos piensan que el brim sólo funciona pegándose a la pieza como un ancla, cuando en algumos materiales en realidad su papel principal depende del tipo de deformación que queremos evitar.
Especialmente en PLA y PETG
El brim funciona más como un estabilizador térmico que como un refuerzo de adhesión.
Es decir que lo que realmente sucede en PLA y PETG es que en los bordes con menor masa, la pérdida de calor es más rápida; al colocar un brim cercano, o una oreja de ratón, esa disipación se hace de manera más lenta y controlada, evitando contracciones bruscas que provocan que la pieza se levante.
Cómo actúa el brim en distintos materiales
🔹 PLA y PETG
- El warping no se produce tanto por contracción interna fuerte, sino por el enfriamiento desigual en los bordes más finos o afilados (ángulos < 60°).
- En este caso, el brim no necesita estar totalmente fusionado a la pieza.
- Basta con que apenas roce o quede muy próximo, para crear un “escudo” que estabilice la temperatura del borde. Haciendo que esta baje de temperatura más lentamente.
- Resultado: menos deformaciones, mejor acabado y un brim que se despega solo, sin dañar o dejar marcas en la pieza.
🔹 ABS y ASA en impresora abierta
- Aquí la causa del warping es diferente: la contracción térmica del material es mucho mayor.
- En estos casos, el brim sí conviene que quede adherido a la pieza, actuando como un ancla extra que tira hacia abajo y retrasa el levantamiento de esquinas. Para estos casos y en piezas sensibles, también se puede jugar un poco con la distancia del borde, pero agregando otra opción que es el “escudo”.
- Aún así, imprimir en cabina cerrada o con temperatura controlada es más efectivo que un brim exagerado.
La importancia del ajuste de Z-offset
El punto clave está en la calibración:
- Si el brim queda demasiado aplastado, se fusiona en exceso con la pieza, deja marcas y cuesta retirarlo.
- Si queda demasiado alto, no cumple su función térmica.
- El punto ideal es un contacto muy leve: una línea finita que en muchas zonas queda casi suelta, pero que actúa como “pantalla térmica” durante la impresión.
Conclusión
- En PLA y PETG, el brim funciona mejor como barrera térmica → apenas rozando la pieza.
- En ABS y ASA sin cabina, el brim “debe” actuar más como un ancla → firmemente pegado. En impresoras abiertas, no te olvides de que usar un “escudo” (draft shield) es un gran recurso adicional para mejorar la adhesión y reducir el warping.
- Ajustar el Z-offset correctamente permite encontrar el punto exacto donde el brim cumple su rol sin arruinar la pieza ni complicar el postprocesado.
👉 La clave está en entender qué problema queremos resolver: ¿adhesión débil o enfriamiento desigual?
Bonus para makers
Si tenés todo bien calibrado, en PLA y PETG casi no vas a necesitar borde. Solo en piezas con esquinas filosas o superficies pequeñas que es donde puede marcar la diferencia entre éxito y warping.